Estas son las 3 fuentes de aprendizaje del emprendedor exitoso del siglo 21

Estas son las 3 fuentes de aprendizaje del emprendedor exitoso del siglo 21

¿En qué se parecen un emprendedor y un Tiranosaurio Rex? En que no importa que seas el más fuerte, el más poderoso o el más grande; si no evolucionas y aprendes, entonces te vas a extinguir.

¿Por qué no me suben el sueldo? ¿Por qué no me dan el puesto que busco? ¿Por qué no se me ocurren nuevas maneras de emprender, crecer, innovar? ¿Por qué no logro solucionar los problemas que enfrenta mi empresa? – Quizás estés estancado en tu propia carrera. Es hora de dejar de atesorar el diploma que te dieron hace 10 años y esperar a que te saque de pobre. ¡Es hora de volver a la escuela! Aprovecha y exprime las tres fuentes de aprendizaje al máximo y abandona lo que fuiste para convertirte en la persona que tú quieres ser.

Emprendedor que se respeta no deja pasar un día sin aprender algo nuevo. Hace poco estuve en un congreso en donde el gerente de Google para Latinoamérica usó esta imagen para explicar el futuro que viene: lleno de promesas y de retos. “El 80% de los trabajos que existirán en el año 2050 aún no se inventan” dijo. Para avanzar hoy en día, lo importante no es estudiar una carrera, sino desarrollar la habilidad de aprender y reaprender constantemente. Como afirma Harv Ecker: el futuro no pertenece a los estudiados, sino a los estudiosos.

¡No te quedes estancado! No existe limitación alguna para que sigamos aprendiendo durante toda nuestra vida, y adquiriendo nuevos conocimientos, hábitos y habilidades que nos permitan desarrollar la vida que queremos para nosotros mismos.

En un mundo que avanza y cambia más rápido que nunca, esto toma especial importancia. ¿Sabes cuáles son las tres fuentes más importantes de aprendizaje en el siglo XXI?

La primera fuente de aprendizaje es el silencio.

La segunda es el estudio libre, o autoaprendizaje.

La tercera, los estudios formales.

Ahora vamos por partes.

PRIMERA FUENTE: EL SILENCIO 

El silencio es, probablemente, uno de los objetivos más difíciles de alcanzar en nuestros días, pero aunque no lo creas, es la fuente más importante de crecimiento. ¿No me crees?

a) El silencio permite la reflexión, y la inmensa mayoría de coaches y líderes confirman la importancia de dedicar unos minutos de cada día a la introversión.

El silencio te permite hacer pausa y tomar perspectiva. Repasar algunas preguntas como ¿Por qué me siento enojado/ cansado/ apurado? ¿Mi día fue un escalón adelante o un escalón atrás? ¿El mundo mejoró o empeoró? ¿Tengo claro a dónde voy y por qué estoy haciendo todo lo que hago? ¿No me estoy dejando llevar por la prisa? ¿Actúo por decisión o reacción?

El silencio es poderoso, y en él encontrarás muchas de las respuestas que crees por completo escondidas.

b) El silencio permite escuchar.

Cerrar la boca nos permite abrir los oídos. No me lo tomes a mal, pero todos tenemos que aprender, a veces, a quedarnos callados. Aguántate las ganas de contestar. Ahórrate el esfuerzo por buscar excusas y, si te están haciendo una crítica constructiva, CALLA Y ESCUCHA.

Ya, sé que esto es ciencia espacial para nosotros, que somos veloces en racionalizar nuestras faltas y en buscar culpables. Pero pon atención, porque te estoy haciendo un favor.

  • Si tu jefe te está corrigiendo, CALLA Y ESCUCHA.
  • Si tus papás te están aconsejando, CALLA Y ESCUCHA.
  • Si tu pareja te está hablando, CALLA Y ESCUCHA.
  • Si tu profesor te está llamando la atención, CALLA Y ESCUCHA.

Quizás sea difícil que me creas esto, pero la inmensa mayoría de las personas que conoces te quieren, y quieren tu bien. Quieren que tengas éxito y seas feliz.

Por eso, cuando te corrigen, suelen hacerlo por tu bien. Así que, por lo menos, CALLA Y ESCUCHA. Después, AGRADECE, ASIENTE y RETÍRATE.

No contestes, no des excusas ni explicaciones. Retírate. Te están dando un regalo: un consejo que puedes convertir en crecimiento. Razónalo y, si es un buen consejo, intégralo a tu vida. Si es un mal consejo, igual agradécelo y aprende de él. Si resulta que tú tenías razón, tranquilo. El objetivo no es “ganar” cada conversación, sino crecer.

A todos nos tocan de vez en cuando críticas, regaños, comentarios y consejos. Lo mínimo que podemos hacer es recibirlos con dignidad.

Y vamos al siguiente paso: no solo “aguantar” las críticas, sino buscarlas activamente. Es decir: pedir consejo. Esto implica, primero, la humildad de admitir que alguien sabe más que tú. Después tener la valentía de acercarse a esta persona y pedirle su opinión y consejo sobre algún tema.

Hazte el hábito de pedir consejo a tus superiores, a tus familiares y a otras personas que puedan aportar positivamente a tu proyecto. Esto no significa que seas incapaz de tomar decisiones, o que vas a obedecer ciegamente cada opinión. Significa, sencillamente, que puedes ponerte en posición de escuchar opiniones distintas a la tuya, y expandir tu mente a nuevas alturas.

Si estás en posibilidad de hacerlo, busca un mentor.

Un mentor es una persona con mayor experiencia de vida que tú, una persona que admiras y respetas, que está dispuesta a regalarte algo de su tiempo para escucharte y aconsejarte.

Un buen coach o mentor sabrá decirte las cosas que no quieres escuchar, aunque duelan. CALLAR, ESCUCHAR y AGRADECER sigue siendo la regla.

Por eso no creo equivocarme cuando digo que el silencio es la principal fuente de aprendizaje.

La segunda es el estudio libre, o autoaprendizaje.

SEGUNDA FUENTE: EL ESTUDIO LIBRE

¿Despreciarías una charla con Bill Gates, Michael Jordan, Warren Buffet Richard Branson? Tendrías que estar loco. Si yo te dijera que puedes conocer y recibir consejos de todas estas personalidades ¿tú qué dirías?

Y sin embargo, sus libros y biografías están llenas de estos consejos; de sus experiencias y opiniones sobre todo lo que hay en el mundo. Tú puedes “contratar” a los hombres más sabios y famosos del planeta por unos cuantos pesos. Por unas monedas Jack Ma, fundador de Alibaba, te dirá su secreto para el éxito; y por unos centavos Phil Knight, fundador de Nike, te compartirá su filosofía del trabajo.

No solo puedes “contratar a los vivos”, sino también a los que se han ido. Una típica pregunta retórica es: si pudieras conocer a cualquier personaje de la historia ¿a quién escogerías?, bueno, la realidad es que puedes conocer a casi cualquier personaje de la historia. Están allí, esperándote, en la librería.

En el mundo moderno, en donde las oportunidades son tan diversas, el currículum “formal” es cada vez menos importante. Estudiaste aquí o allá; tienes licenciaturas, diplomas, cursos, maestrías y doctorados. Cada vez estas cosas son menos relevantes fuera de la academia, porque cada vez la academia –la educación formal- engloba un espectro menor del conocimiento humano.

Hasta hace muy poco, si no estudiabas en una escuela o universidad, no había otro lugar en donde pudieras hacerlo, salvo algunas bibliotecas muy bien integradas, pero cuyo acceso era difícil.

Ahora la inmensa mayoría de la información del planeta está disponible para cualquier persona en libros, páginas, blogs, apps, videos, cursos en línea, audiolibros, etcétera.

En la mayoría de los puestos de trabajo no operativos una licenciatura y maestría no son grandes ventajas, sino presupuestos mínimos de entrada. En los países más avanzados el 100% de la población asiste por lo menos a la preparatoria y habla dos idiomas. Una licenciatura o maestría puede que te abran nuevas puertas, pero no te ayudarán a destacar.

Además, la tecnología, la ciencia y la sociedad avanzan a velocidades tan altas que muy pronto los conocimientos quedan obsoletos. Por esta razón te digo: el mundo actual pertenece no a los “estudiados”, sino a los “estudiosos”.

El autoaprendizaje es la forma más poderosa de diferenciación profesional, y es algo de lo que debes de estarte ocupando ahora mismo. Muchos CEOs y líderes mundiales –a pesar de ya ser exitosos y millonarios- mantienen un ritmo de lectura de entre 40 y 60 libros al año. ¡Tú también puedes hacerlo! Es la forma más barata de tener una educación constante y mantenerse al día en tu negocio, y en la vida.

LA TERCERA FUENTE: EL ESTUDIO FORMAL

Muchas personas creen que es la primera (o la única) forma de aprendizaje.

Primaria, secundaria, prepa, licenciatura, maestría y doctorado: esas son las medidas del valor de un hombre. ¿O no?

Pues no: en la era de la información, es el conocimiento, y no el pergamino, lo que cuenta.

Si tienes tiempo y posibilidad, busca y encontrarás cursos, diplomados, maestrías y más retos académicos que te permitan seguir aprendiendo y creciendo. En algunas carreras altamente formales y reguladas (como Derecho, Medicina, Ingeniería) los grados y certificaciones te ayudarán a seguir creciendo.

Pero cada vez es más claro: los diplomas en la pared no equivalen necesariamente a mayor éxito, mayor sueldo o mayor autoridad. Conozco maestros y doctores que no llegan a la quincena. Al final del día, tu empresa, tu negocio, tus clientes y el mercado responderán a tus talentos, tu iniciativa y experiencia más que a tu currículum.

Seamos claros: no existe prácticamente ninguna materia en el mundo que no puedas aprender, prácticamente gratis, si te lo propones. Hay libros, audiolibros, resúmenes, páginas, cursos en línea, cursos presenciales, programas, videos, apps, softwares; lo que sea. Miles de millones de recursos disponibles para ser mejor persona cada día. Tienes el tesoro más grande en la historia de la humanidad en tu mano ¿de verdad vas a desperdiciarlo?

Además de universidades que ofrecen cursos, diplomados, maestrías y doctorados ¿Sabías que Amazon tiene una biblioteca de millones de libros por menos de 5 dólares al mes? Te gastas más en cigarros ¿Sabías que puedes obtener cursos de Harvard, Yale, MIT u Oxford en línea de forma gratuita o por unos cuantos pesos en plataformas como edX y similares? Nunca estás demasiado grande, ni demasiado viejo, para volver a adquirir el hábito de aprender.

Emplea las 3 fuentes de aprendizaje para dar vuelta a tu carrera, relanzar tus ansias innovadoras o aprender sobre las novedades en tu industria. Millones de personas en el mundo lo están haciendo ya. Están decididas a no quedarse atrás. Si tú estás, también, decidido, ya sabes por dónde empezar.

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